Aunque ha estado presente durante siglos en todos los continentes, la clarividencia sigue siendo una práctica que se pasa por alto con demasiada frecuencia. A pesar de ello, los primeros interesados lo saben: el interés del público no hace más que aumentar año tras año.
Entonces, ¿en qué casos consultar a un clarividente y qué podemos esperar de tal reunión? ¿Es la persona dotada de este don una especie de “psicólogo” o su papel está en otra parte? Y además, ¿cómo saber si tú mismo tienes el don de la clarividencia? ¿Cuáles son las visiones de los videntes? ¿Qué pueden revelar a quienes los consultan? ¿Y cómo puedes convertirte tú mismo en un clarividente? Pequeña descripción.
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La clarividencia ha existido desde los albores de los tiempos
Según los teóricos, la clarividencia existe desde los albores de los tiempos. Porque siempre ha habido personas capaces de comprender lo siguiente: algunos humanos pueden prever eventos futuros. Por qué ? Porque tienen un don, que les permite ver más allá del velo de la realidad e interpretar signos que escapan a los demás.
Un don de clarividencia que puede aparecer muy temprano
En la vida de una persona así, este don de la clarividencia puede aparecer muy temprano: lo vemos, por ejemplo, con los niños que, desde muy pequeños, sienten el sufrimiento de los enfermos nada más entrar en una habitación. O con otros que, durante la noche, tienen sueños premonitorios… A menos que simplemente estén anticipando eventos que aún no han sucedido.
Destellos y el don de la clarividencia
También ocurre que el don de la clarividencia llega en forma de destellos, que pueden resultar difíciles de interpretar cuando no estás acostumbrado. Por tanto, no hay ningún tipo de clarividencia, sino multiplicidad.
El don de la clarividencia en los niños
En general, el don de la clarividencia aparece bastante temprano en la vida de una persona. Por lo tanto, no es raro que se manifieste en la infancia. El problema es que muchas veces los padres niegan este regalo. El niño conoce bien sus habilidades. Pero, si no se anima, corre el riesgo de no explotar su don y verlo pasar a un segundo plano. Puede «olvidar» su regalo durante años. Pero en general, se vuelve a manifestar más intensamente después, lo que puede ser muy perturbador cuando no se domina.
La clarividencia se usa para adivinar cosas ocultas
Al principio, un adulto con un don extrasensorial siente que simplemente está «adivinando» ciertas cosas. Sus familiares se sorprenden y felicitan su “intuición”, su “sexto sentido”. Es durante este período que es crucial que los clarividentes refinen su práctica, para alentar el desarrollo de su don. Por lo tanto, es bueno escribir e interpretar todos los sueños premonitorios y otras visiones, para fomentar su frecuencia de ocurrencia.
¿Qué ven los videntes?
Al comienzo de una sesión, el vidente relajará sus músculos, vaciará su mente y entrará en un estado cercano a la meditación. Esto le permitirá capturar mejor las visiones e interceptar las señales que le envíe la persona.
Saber interpretar símbolos esotéricos
En este momento, el vidente se encuentra «en otra parte»: pierde toda noción del tiempo, su mente parece abandonar su cuerpo, sus sensaciones se amplifican tanto a nivel olfativo como auditivo, táctil o visual. Una serie de imágenes, “flashes” o “clichés” desfilan ante sus ojos; aquí es donde es fundamental saber interpretarlos. Porque estas imágenes constituyen la base de las visiones. En algunos casos, serán imágenes tomadas de su niñez o adolescencia; en otros, imágenes de tu futuro. A veces colores, olores o sonidos, que el buen vidente sabrá interpretar.
Visionarios: ¿qué pueden decir… o no?
Es importante comprender que los videntes no pueden ver todo ni decir todo lo que han visto. En algunos casos, no logran interpretar una visión determinada y, por lo tanto, prefieren no revelarla. Además, sus predicciones pueden centrarse en determinadas áreas (el amor o la vida profesional, por ejemplo) y no en otras.
La dificultad de descifrar las visiones.
La práctica de «descifrar» visiones es tan importante como las visiones mismas. También debe tenerse en cuenta que existe un margen de error y que los buenos profesionales son los primeros en reconocerlo. Para el vidente o para el vidente, lo importante es darle crédito a cada visión, sin prejuicios ni a priori. También puede suceder que las visiones no se refieran a la persona adecuada. Pero el caso más común es cuando las visiones son demasiado lejanas: se harán realidad, pero en un tiempo determinado.
Cuando sentimos que estamos dotados de capacidades adivinatorias o dones extrasensoriales, es importante explotarlos. Requiere trabajo y concentración. ¡No es cuestión de rendirse ante el primer fracaso! La clarividencia es un don, pero también un arte, una práctica que se desarrolla al dedicarle tiempo y trabajo. Un buen ejercicio para ayudar a desarrollar sus habilidades es escribir sus sueños cada mañana cuando se despierte.
Haz ejercicios para desarrollar tus dones
Para ello, es bueno tener siempre un cuaderno y un bolígrafo al lado de la cama… y motivarse a tomar notas, incluso cuando te despiertes en medio de la noche. El subconsciente está así entrenado para dialogar con la conciencia. También podemos “divertirnos” tratando de adivinar cómo será nuestro día. ¿Con quién nos encontraremos en la calle? ¿Cuál será el atuendo del colega? También podemos intentar adivinar el origen de la llamada cuando suena el teléfono, o incluso sacar una carta al azar en un juego, y adivinarla. Por último, a veces no es bienvenido adoptar una «herramienta» de clarividencia, como un péndulo de radiestesia o una baraja de tarot.